La Joven Emprendedora
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Rose despertó con una sonrisa en su rostro.
Era sábado por la mañana y el sol irradiaba en su habitación.
Se puso sus botas a la velocidad de un rayo y bajó las escaleras en un santiamén.
Al ver a su padre cortando el césped, Rose caminó hacia la manguera y llenó su regadera.
Le encantaba regar las flores coloridas de su jardín.
Habían tulipanes blancos, margaritas amarillas, flores de color púrpura y sus favoritas, rosas rojas.
Mientras Rosa regaba las flores, la vecina, la Sra. Parker, se acercó.
“¡Tus flores están hermosas! ¿Cuál es tu secreto para que florezcan así?”, preguntó la Sra. Parker.
El padre de Rose sonrió y dijo; “Esto es obra de mi pequeña Rose”.
“Rose, ¿Te gustaría regar mis flores también?”, La Sra. Parker preguntó.
La cara de Rose se iluminó de la emoción.
“¡Sí!”, afirmó con entusiasm. Rose preguntó, “¿Cuándo puedo comenzar?”
La señora Parker se echó a reír, “hoy puedes comenzar y te daré un dólar cuando termines.”
El sábado siguiente, Rose regó las flores de la Sra. Parker otra vez y recibió otro dólar.
Rose se sintió orgullosa de ganar su propio dinero haciendo lo que le gustaba hacer… Cuidar de las flores.
De camino a casa, notó que las flores en el jardín de la señora Brown, al otro lado de la calle, se veían caídas y secas.
Así que Rose tuvo una idea.
Rose le preguntó a su papá, “¿Puedo preguntarle a la Sra. Brown si ella también me pagaría por regar sus flores?”
Su papá respondió: “¡Sí! Ese esa mi pequeña emprendedora.”
Rose se sintió confundida.
“¿Qué es un emprendedor?”, preguntó muy interesada.
“Alguien que inicia un negocio como lavar autos, una tienda de golosinas o incluso un servicio de riego de flores”, dijo su padre.
Entonces Rose, acompañada de su padre, fue a la casa de la señora Brown y tocó el timbre.
Una mujer con un bebé en brazos abrió la puerta.
“Hola. Sra. Brown, Inicié un negocio y vine a preguntarle si ¿Le gustaría que riegue sus flores todos los sábados por un dólar?”
La Sra. Brown sonrió, y le respondió; “Me encantaría, Rose. He estado tan ocupada últimamente que olvidé regarlas.”
Esa noche, mientras cenaban, el padre de Rose estaba regocijado por lo que su hija había logrado en tan corto tiempo.
“Rose, podrías Mercadear tu servicio de riego de flores a más vecinos en nuestra calle”, dijo su padre.
“¿Qué significa Mercadear?”, preguntó Rose.
“El Mercadeo o Marketing significa encontrar maneras de contarle a la gente sobre su negocio para que pueda crecer”, contestó su padre.
“Por ejemplo, los negocios suelen mercadearse a través de comerciales de televisión, vallas publicitarias, revistas e Internet”, continuó su padre.
Rose pensó en toda la publicidad que veía todos los días.
“Me gusta dibujar. ¿Podría hacer un volante que me muestre regando las flores y dárselo a los vecinos?”, preguntó Rose.
“Sí, esa es una gran idea Rose! También pon nuestro número telefónico para que así puedan contactarnos ”, dijo su padre.
La semana siguiente, Rose y su papá pusieron volantes en las puertas de sus vecinos.
En muy poco tiempo su teléfono estaba sonando y Rose hizo crecer su negocio exitosamente.
Con el dinero que se ganó, Rose compró una regadera más grande para poder suplir la demanda.
Eventualmente, su calle tuvo las mejores flores de la ciudad.
Si Rose se convirtió en una Joven emprendedora ¡Tú también puedes!